Año 2016 Blog Aperos: resumen de un año lleno de historias

En esta entrada hacemos un resumen de lo publicado durante este año. 2016 ha sido un año especial gracias a todos vosotros, en total hemos tenido más de 130.000 lecturas directas de nuestras entradas, lo cual nos llena de satisfacción. Hemos logrado multiplicar por 10 las visitas que tuvimos en 2015, lo que nos da fuerzas para seguir adelante. Esperamos continuar publicando más historias y que la aceptación, al menos, esperamos sea igual de buena. Gracias nuevamente a todos los que nos seguís y apoyáis.

A continuación hacemos un breve resumen de las historias que os hemos contado mes a mes, pinchado en cada uno de los enlaces (letra negrita) podéis ir a la entrada correspondiente.

Cantaras en sus cantareras y bombonas 

El año lo comenzamos contando la historia de como se llevó a cabo el reparto de las fincas la Dehesa y el Campillo entre los habitantes de Almodóvar del Campo. A esta entrada le siguió otra en la que presentabamos el libro "Los Sombreros de Jacinto", regalo de reyes que le hicimos a Jacinto Ruiz García-Minguillán. En el libro se muestran los sombreros que ha ido recopilando a lo largo de los años. La presentación se realiza con una bonita maquetación con fotografías de los sombreros y contando brevemente su historia.

En el mes de febrero repasamos la vida de uno de los personajes más Ilustres que ha nacido en Almodóvar del Campo, El V.P. Martín Gutiérrez. Como vimos méritos no le faltan para convertirse en el tercer beato de Almodóvar del Campo. Durante este mes también publicamos una entrada sobre como fue recogida en prensa la inauguración del Gran Teatro de Puertollano, acaecida en 1920.

Fotografia estereoscópica. Minas del Horcajo 1911.

La boda de José Costi y Mercedes Ibarra, en el año 1920 nos ocupó una de las entradas que escribimos durante el mes de marzo. Fue un evento social de gran relevancia en su época y hemos podido recrearla a través de una crónica que se escribió sobre ella. La otra entrada de ese mes la dedicamos a una antigua práctica que se utilizaba para designar la propiedad de los muros medianeros a través de unos testigos que se dejaban en ellos

En abril os contamos dos historias que disfrutamos mucho durante su elaboración. La primera era referente al como era y donde se situaba el castillo de Almodóvar del Campo, lamentablemente desaparecido en su totalidad, y la segunda una recreación sobre el último viaje que realizó Primitivo Garach, famoso empresario zapatero, a su pueblo natal.

Una entrada sobre las migas manchegas, su elaboración y algunos datos curiosos sobre su historia abrió el mes de mayo. Dado que la festividad de San Juan de Avila se celebra el 14 de Mayo, una entrada la dedicamos a los milagros que se expusieron en su proceso de beatificación. Por último rescatamos un texto de D. Germán Inza Villa sobre el valle de Alcudia, en esta entrada tuvimos la colaboración especial de Jesús Monroy, el cual nos dejo algunas fotografías para ilustrar la entrada.

Nada mejor que un buen plato de migas.

Durante el mes de junio escribimos sobre una costumbre perdida, la enramá, fiesta que celebraban los quintos antes de partir al servicio militar. En este mes publicamos una serie de dos entradas en las qeu se describía como era la vida en Minas del Horcajo. La historia contada por D. Horacio Cortes y Castañón nos adentra en la dureza del trabajo en las minas a finales del siglo XIX y en como se vivía en este importante asentamiento minero. Minas del Horcajo parte 1: El descenso a la Mina. Minas del Horcajo parte 2: Nunca os olvidaré

En julio publicamos una única entrada, a modo de cuento contábamos la historia de un botijo, desde que el alfarero recoge la arcilla hasta su dura competencia con el frigorífico.

La historia de Cristobal Arias de Monroy, conquistador y aventurero nacido en Almodóvar del Campo fue objeto de una entrada en agosto. Su vida buscando el dorado, desde que dejo su pueblo natal hasta que falleció como encomendero en la hoy Colombia tuvo que ser desde luego de lo más increíble. Durante ese mes también publicamos una entrada sobre diferentes medidas de longitud, superficie y capacidad que eran utilizadas y que han quedado relegadas por otras medidas (una arroba de vino y una fanega de tierra...). Esta entrada alcanzo 20.000 visitas en un solo día siendo a día de hoy la entrada que mas relevancia ha tenido de las publicadas en el blog.

El valle de Alcudia. Fotografía de Jesús Monroy.

El mes de septiembre es un mes de fiestas y una entrada la dedicamos a recopilar unos textos de la periodista local Dª. Maria Teresa Villa sobre las fiestas de Almodóvar del Campo en el año 1908. Nos podemos hacer una idea de como se celebraban los encierros y bailes hace ya más de un siglo. Ese mes de septiembre publicamos una entrada que escribió para nosotros Francisco Velasco Friginal, autor del libro "Conóceme. La historia de un embalse en Fernán Caballero" (Editorial Circulo Rojo). En la entrada se hace un resumen de la historia del embalse de Gasset.

La historia de los baños de Fuecaliente abrió las entradas escritas en el mes de octubre. Un texto extraído de la revista Semanario Pintoresco Español escrito en 1844, nos describe los legendarios orígenes de la población y recopila información sobre las cualidades del agua de los manantiales existentes en la población. Una interesante historia de la siega escrita por C. Rodrigañez en la Gaceta Agricola en el año 1884 fue motivo de otra entrada. Por último ese mes escribimos una entrada sobre Fray Lúcas de Almodóvar, fraile franciscano que vivió en el actual México en el siglo XVI y que llevó a cabo numerosas curaciones, algunas consideradas milagrosas, entre ellas la de Antonio de Mendoza y Pacheco, Virrey de Nueva España.

Con noviembre llega el frío y con el comienzan a apetecer platos contundentes como el ajo patatas. Éste plato fue el protagonista de una entrada en este mes. Diferentes formas de elaborarlo y su historia desde humilde plato hasta las mesas burguesas son contadas. ese mes rescatamos un texto sobre otra costumbre ya en desuso, el besamano. Aun artículo firmado por Juan de Madrid y publicado en la revista La Última Moda en agosto de 1885 nos describe los diferentes tipos de besamano y su correcta ejecución.

El año lo cerramos con una entrada en el mes de diciembre sobre recipientes y envases que están quedado olvidados, zafras, zaques, cantaras, orzas... todo un mundo de envases que sigue mereciendo ser recordado.

Esperamos que 2017 venga lleno de alegrías para todos y de nuevas historias que contar.

Un fuerte abrazo.

Jacinto Ruiz Carmona
Patricia Ruiz Carmona
Jacinto Ruiz García-Minguillán



Recipientes y envases para el recuerdo

En sí un envase o recipiente tiene como función principal preservar, contener, transportar, informar, expresar, impactar y proteger al producto que contiene. A lo largo de nuestra historia los seres humanos hemos utilizado envases para almacenar y proteger alimentos y bebidas. Estos han ido evolucionando a la par que los seres humanos y se han adaptado a nuestro entorno y nuestras necesidades.

En la prehistoria y el paleolítico se utilizaban envases que se encontraban en la naturaleza tal, sin ser modificados, como troncos de árbol, rocas con huecos, conchas marinas, hojas, etc. A medida que fuimos evolucionando se fueron modificando los productos que teníamos a nuestro alcance como pieles y vejigas y se adaptaron para albergar distintos productos. En el mesolítico ya sabíamos modelar barro y trenzar hierbas para hacer envases, y en el Neolítico aprendimos a cocer el barro y hacer vasijas. Griegos y Romanos utilizarían vidrios, botas de tela y barriles de madera, así como botellas, tarros y urnas de barro cocidos.

Con la revolución industrial y el desarrollo de las vías férreas se hizo posible el traslado de grandes cargas en forma rápida y económica. La creación de sistemas de distribución que permitía transportar productos a una larga distancia fue la clave en el desarrollo de nuevas formas de embalar y envasar, pero en las zonas rurales se mantuvieron los envases tradicionales hasta prácticamente nuestros días. ¿Quién no ha bebido agua de un botijo, no ha cogido chorizos de una orza o no le ha robado galletas a la abuela de las ollas de la alacena? En esta entrada queremos mostrar algunos de estos envases tradicionales, que poco a poco se están quedando sin uso y su utilidad dentro de nuestro entorno rural.

Las zafras y los jarros para el aceite

Las zafras de las casas eran unos recipientes donde se almacenaba todo el aceite del año, tenían una capacidad de hasta 30 arrobas (cada arroba son 16 litros). De las zafras se sacaba el aceite a recipientes más pequeños y manejables llamados alcuzas o jarros para el consumo diario.

Zafras de aceite

Jarros y alcuzas de aceite

Lecheras y cántaras para la leche.

Las cantaras son las de mayor tamaño, en las que se transportaba la leche desde las vaquerías a las lecherías y las lecheras eran los recipientes en los que la gente transportaba la leche hasta sus hogares. Aún recuerdo acompañar a mi abuela a la lechería de “los Bonis” a por un cuartillo de leche.

Cantaras y lecheras

Cántaros, botijos y zaques para agua.

Los cántaros se utilizaban para transportar el agua desde las fuentes a los hogares. Luego se vertía en los botijos, que son más manejables para poder beber o en las orzas, donde se almacenaba para el uso en la cocina principalmente. Cuando había que llevar el agua al campo en verano se usaban los zaques, fabricados con la piel de cabrito curado, la piel era del cabrito entero, no tenía cortes y se mantenía el pelo por fuera para mojarlo y mantener el agua fresca en verano toda la jornada.

Cantaros en las cantareras, que era donde se depositaban para mantenerlas aisladas del suelo
Zaque perteneciente a Jacinto Ruiz. Lo fabricó su vecino Faustino

Pellejos para mieles y aceites.

Los pellejos se utilizaban cuando se querían transportar principalmente miel. Al igual que con los zaques se fabricaban a partir de pieles de cabrito enteras y se curtían por dentro para poder limpiarlas y mantenerlas en buen estado.

Pellejos de cabrito utilizados para el trasporte de miel.

Orzas, las grandes para agua y las pequeñas para la matanza.

Como hemos comentado anteriormente en los hogares había orzas de gran tamaño para almacenar el agua que se utilizaba en la cocina, para fregar, para higiene y demás tareas domésticas. Las de pequeño tamaño se usaban para almacenar los productos de la matanza, los chorizos, la manteca, los lomos, huesos y costillas e incluso el pan, estas eran cilíndricas con tapas de barro.

Orzas de agua y matanza

Cubas y bombonas para el vino.

En las cubas, recipiente de mayor tamaño, se almacenaba el vino a granel y estaban fabricadas en madera. Para uso doméstico se utilizaban las bombonas, de vidrio recubiertas de esparto o de caña.

Cuba de vino

Bombonas recubiertas de caña con tapón de corcho

Sacos y costales para harinas y cereales.

Los sacos se fabricaban con yute o arpillera para que pudieran traspirar y que no se pudrieran los cereales y las legumbres que albergaban. Todos tenían el mismo volumen, contenían fanega y media de cereales. Los costales se fabricaban con lonas, son altos y estrechos, pudiendo medir hasta 1,30m de altura y servían para almacenar harina.

Esta es tan sólo una pequeña muestra de la inmensa cantidad de envases que se podían utilizar para almacenar y trasportar alimentos y bebidas en las casas de nuestros abuelos.

Costales de harina

Esperamos poder recopilar más envases para próximas entradas. Asimismo admitimos todas las sugerencias que se os ocurran. 

Referencias:


Almargen.com (Fuentes de la información: Matias S. Perez, España y Prof. Ing. Walter Francisco Salas Valerio, Universidad Nacional Agraria La Molina)