Las candelarias

Las candelarias son una tradición que perdura año tras año en nuestro pueblo. El origen de estas grandes hogueras se remonta a posibles ritos paganos adaptados al cristianismo en la edad alta edad media. Su llegada a Almodóvar puede puede tener su origen en los repobladores de estas zonas tras la reconquista, los cuales provenían del norte.


Un posible origen de estas hogueras es la realización de ofrendas para obtener unos beneficios, como una prospera cosecha o el bienestar para el pueblo y los animales. La creencia de que la ofrenda del fuego asegurara la luz solar para el correcto crecimiento de las cosechas y evitara plagas y enfermedades puede estar relacionada con este posible origen.


Candelaria de San José en el altozano.

Otro posible origen es hacer las hogueras un día antes de festividades con el fin de quemar las influencias dañinas y malos espíritus, y así afrontar la festividad con un espíritu renovado. En ambos orígenes observamos como el fin último de la candelaria es que mediante una celebración con fuego se consiga en forma alguna mejorar el bienestar de la comunidad.



Los ritos o celebraciones con fuegos se extienden a lo largo del año por toda la geografía española y podemos encontrar desde las famosas hogueras de San Juan para celebrar el solsticio de verano, hasta las fogueiras portuguesas que se celebran en Nochebuena. Las que celebramos en Almodóvar del Campo las podemos incluir en el grupo de hogueras que conmemoran a los santos de invierno. Los santos que se celebran son aquellos que tienen representatividad en el santoral del pueblo por poseer una ermita.



Sirviéndose un vaso de limoná tras hacer una ofrenda


El nombre de candelaria es posible de que provenga de la festividad de la Virgen de la Candelaria, la cual se celebra el 2 de febrero. La etimología de Candelaria se ha extendido a denominar cualquier hoguera festiva que se celebre en invierno. En otro lugares estas celebraciones se denominan luminarias, hogueras o candelas



Las candelarias de invierno se realizan fundamentalmente en la parte sur de Castilla-La Mancha y de Extremadura (principalmente al sur del Guadiana y en las sierras a ambos lados del Valle del Guadalquivir, no así en el valle).



Centrándonos en las candelarias de Almodovar, la primera referencia que he encontrado data de 1770 y hace referencia a una reyerta con heridas de porra en la hoguera para celebrar San Antón.


Los vecinos elaboran la limoná y algo de comer para la gente viene a celebrar la candelaria

Actualmente se celebran la de Santa Bárbara el 3 de diciembre, en el barrio del Calvario, la de San Antón el 16 de enero, en el barrio de San Antón, San Sebastián el 19 de enero, en el barrio de San Sebastián, San Juan Bautista de la Concepción el 13 de febrero, en la confluencia de la calle del Santo y calle San Miguel y la última es la de San José que se celebra el 18 de marzo, en la plaza de Agustín Salido, en el barrio del Altozano


La organización de cada una de ellas corre a cargo del barrio en el entorno de la candelaria. Se suelen colocar adornos y se reparte "limoná" y dulces para los asistentes. Asimismo los vecinos invitan a sus amigos a sus casas para celebrar el santo del día siguiente y al que se le ofrece la candelaria.



Históricamente ha habido otras candelarias que se han ido dejando de celebrar, como la de San Juan de Ávila, que se celebraba en la plaza de la Trinidad (parte trasera de la iglesia).



Esperamos que esta tradición continúe por muchos años y los vecinos de Almodóvar sigan disfrutando de las candelarias.


Todo se acaba ya al final se consume toda la leña que depositaron los vecinos

Referencias:

Historia de Almodóvar del Campo. Eduardo Agostini y Banús

http://www.lasluminarias.com/Paginas/significado.htm

http://rutasporextremadura.net/2009/12/13/hogueras-de-nadal-luminarias-y-candelas-fiesta-en-la-tierra-de-la-luz/

http://www.almodovardelcampo.es/turismo/celebraciones/#.VQqdkNKG8v8

Flores Manchegas

La primavera está a la vuelta de la esquina y con ella llegan las flores, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en las ¨Flores Manchegas”, dulce típico de la época de cuaresma en el Campo de Calatrava, y digo de esta época por concretar, ya que buscando información a cerca de este delicioso dulce, unos dicen que son de Semana Santa, otros que son de Carnaval, y haciendo media entre una época y la otra tenemos cuarenta días para lanzarnos a elaborar esta exquisitez que no esta falta ni de elaboración ni tradición.

Las flores manchegas creemos que tienen su origen en el Campo de Calatrava, es más, la curiosa forma que tienen nos recuerda bastante al escudo de la orden de Calatrava, pero no hemos conseguido contrastar esta información, así pues, si algún amable lector es conocedor de sus orígenes concretos estaríamos encantados de que compartiese con todos nosotros sus conocimientos, ya que por lo que hemos podido ver en distintos blogs de cocina es un dulce que también se elabora por levante, aunque la receta difiere en ingredientes dependiendo de la zona. Aun así, ese aspecto crujiente, el rebozado en azúcar y su sabor hacen sospechar de una herencia morisca, como muchos de los postres de los que disfrutamos en la Mancha



De lo que si disponemos es de la deliciosa receta de la abuela Eulalia, con la que, según ella contaba, se elaboraron las flores con las que agasajaron a los invitados asistentes a la celebración de su enlace con el abuelo Manolo. La abuela siempre contaba que el convite de su boda fue zumo de naranjas y flores manchegas, señal de que antaño también se elaboraban para ocasiones especiales



Los ingredientes de esta receta son:

Una docena de huevos
Medio litro de leche
Dieciocho cucharadas de harina
Dos naranjas exprimidas
La ralladura de un limón

Lo complicado de la elaboración es el momento de freír las flores, ya que el aceite ha de estar a la temperatura idónea y los moldes han de estar muy calientes cuando los introduces es la masa, y lo más importante es que cuantos más años tenga el molde mejor salen.



En el libro de “Aperos y Objetos Olvidados” podemos encontrar algunos de los moldes más antiguos con los que contamos, pero han dejado de utilizarse durante tanto tiempo que ya están oxidados y no sirven para la elaboración del dulce.

En casa, cuando se acerca San José se elaboran las Flores, ya que la noche de la candelaria de San José (noche previa a la festividad) invitamos a nuestros amigos y vecinos a degustar una flor acompañada de un vasito de limonada. Y como esta festividad está al caer, este fin de semana nos hemos pasado cuatro horas friendo flores para que todo esté listo para la celebración.

¡Esperamos que os gusten!

Lebrillos de Fajalauza.

Dentro de todos los objetos recopilados algunos han sido comprados, otros heredados y muchos de ellos regalados. Los regalos son muy especiales, ya que en su mayoría son objetos heredados que la gente no tiene espacio para guardar y saben que Jacinto cuidará muy bien de ellos. Todos los regalos van precedidos de "Jacinto, te voy a regalar una cosa de mi padre que se que te va a encantar...", y en efecto, buscamos un lugar para que todos esos objetos se encuentren como en casa.
En esta entrada queremos mostraos algo que no forma parte del libro "Aperos y Objetos Olvidados", y no entendemos como se nos ha podido pasar este gran regalo que vienen del centro del corazón del Sacromonte granadino y que nos los regalo una persona muy especial, son un par de lebrillos del siglo XIX fabricados en la fábrica de cerámica de Fajalauza, cerámica popular de Granada, y en el centro de cada uno de ellos se puede ver dibujada una granada, símbolo de la ciudad.

Los lebrillos eran utilizados en las cocinas para amasar dulces y pan. También se usaban en la época de la matanza para amasar los chorizos y las morcillas y en ocasiones también se utilizaban para lavar
Según la Real Academia Española los lebrillos son "Vasijas de barro vidriado, de plata  u otro metal, más ancha por el borde que por el fondo."
Y a mi nunca se me olvidará la imagen de mi abuela Eulalia amasando tortas y haciendo la masa de las magdalenas en los lebrillos de  casa… Mmmmmmm… Pero de recetas manchegas ya hablaremos en otro momento.